Dirige un plantel que cumple 30 años y se proyecta para servir por siglos
Ha sido testigo y protagonista de la evolución de una casa de estudios que lo recibió en sus orígenes, cuando era ayudante de la Facultad de Derecho.

El vínculo de José Antonio Guzmán con la Universidad de los Andes se remonta a 30 años atrás. En aquel entonces, poco más de una treintena de alumnos llenaba las aulas de la casona de estilo europeo ubicada en la calle Bustamante n°86, donde el actual Rector UANDES era ayudante de la Facultad de Derecho y donde nacía un proyecto educativo.

Eran tiempos de infancia de una casa de estudios que luego de tres décadas alcanzó su madurez y que ahora “está empezando a caminar hacia la adultez, en un contexto social muy desafiante, que está cambiando rápidamente”, dice su máxima autoridad, haciendo énfasis en los retos que enfrenta: entender la sociedad en la cual está inmersa y tratar de proponer vías de solución a los grandes problemas que existen.

Desde que asumió la Rectoría por primera vez, el 21 de enero de 2014, y cumpliendo en la actualidad su segundo período al mando de la misma, José Antonio Guzmán ha sido protagonista y testigo de importantes hitos de la UANDES, entre los cuales destaca la inauguración de la Clínica, el inicio del Centro de Innovación Docente, la creación de la nueva Dirección de Educación Continua y el posicionamiento destacado de la Universidad en el ranking de Innovación Scimago, por nombrar algunos logros. La reciente incorporación de la UANDES al Consejo de Rectores, luego de que este organismo aprobara dicho ingreso, viene a coronar un trabajo sostenido en el tiempo.

Pero los proyectos y sueños no se detienen. “Queda mucho por hacer, treinta años es poco para una institución que busca servir por siglos. Quienes trabajamos aquí compartimos una visión de sociedad y queremos difundirla con claridad y certeza, para compartir nuestra mirada con la sociedad chilena”, afirma el Rector.

Enfatizando la importancia del trabajo de todos, la máxima autoridad universitaria esbozó en su discurso al asumir su segundo período, cuál es su rol en los tiempos venideros: “el trabajo del Rector es importante, pero no vale nada sin una institución comprometida con su tarea. La Universidad de los Andes ha sido muy afortunada por haber congregado un grupo de personas excepcional, convencidas de que con su trabajo hacen un gran aporte a nuestro país”.