Formarse y formar a nuevas generaciones con el espíritu de la UANDES
El cariño por su alma mater universitaria fue más fuerte y le impidió “cortar el cordón umbilical”, lo que ha marcado su evolución profesional dentro de nuestro plantel.
La vida del doctor Gustavo Mönckeberg está fuertemente arraigada en la historia de la Universidad de los Andes. En 1991 ingresó a la Escuela de Medicina, siendo parte de la primera promoción de egresados de la carrera en 1997, y luego fue el primer becado de la especialidad de Medicina Interna.
Si bien su egreso fue la culminación de una etapa, este especialista en Reumatología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se resistió a “cortar el cordón umbilical” con su alma mater y continuó como profesor en nuestra casa de estudios, para luego desempeñarse como docente y médico de UCI en el Hospital Parroquial de San Bernardo, así como en el Hospital Luis Tisné.
En el marco de esta estrecha relación con la UANDES, que ha significado una evolución profesional en la Universidad, el doctor Mönckeberg actualmente trabaja como Director de la Escuela de Medicina, cargo que desempeña desde 2016.
“El sello UANDES en la Escuela de Medicina, se traduce en el espíritu de servicio, el amor al trabajo bien hecho y en la defensa de la vida de nuestros pacientes desde el primer momento de la concepción hasta el final de la vida natural. Eso lo cuidamos con mucho celo”, señala al compartir su visión ética y profesional en temas de interés no solo para la Universidad, sino que también para el país.
“Aquí se forman médicos buenos profesionalmente, los mejores. Pero además queremos que estén al servicio de sus pacientes y familias. Acoger, entender y escuchar. Entregar un trato digno y tierno”.